“Au revoir, Monsieur”
Se marcha "el Picasso" del fútbol. Zinedine Zidane se despidió del Bernabeu en la noche de ayer con una entrada de 78.000 aficionados que “empapelaron” las gradas con pancartas de agradecimiento al jugador galo.
Todo apuntaba a que los socios serían los invitados a una fiesta m uy bien montada. El agua-fiestas de la noche, el Villareal, ganó terreno y se metió en el partido con el paso de los minutos pero el Real Madrid se hizo dueño y señor del balón durante los primeros veinte minutos.
Todo apuntaba a que los socios serían los invitados a una fiesta m uy bien montada. El agua-fiestas de la noche, el Villareal, ganó terreno y se metió en el partido con el paso de los minutos pero el Real Madrid se hizo dueño y señor del balón durante los primeros veinte minutos.
El Madrid triangulaba, se mostraba dinámico en todas sus líneas, con Pablo García desempeñando la labor de recuperar balones y distribuirlos al ataque, con desmarques sin cesar de un recuperado Raúl y ocasiones manifiestas de gol que corrieron, en su mayoría, a cargo del brasileño Baptista, que volvía a l once inicial tras recuperarse de su esguince de tobillo. Fue el propio Baptista quien, tras ejecutar una magnífica triangulación con Raúl, perforó las mallas de Barbosa con una volea potente y certera. Minuto 23 de la primera parte, 1-0. Hasta el momento, el Madrid no había dado opciones a la escuadra castellonense, que permaneció replegada en su campo para tratar de frenar las acometidas del equipo local.
Al Villareal, muy lejos de afectarle el gol del Madrid, este le metió en el partido y poco a poco fue aproximándose al área de Casillas con cierto peligro de la mano de Riquelme, quien destacó su presencia en el centro del campo enviando balones precisos a sus delanteros, Guille, José Mari y a un Forlán muy rápido y rematador durante todo el encuentro.
Iba a ser en un corner muy cerrado, botado por Riquelme dónde llegaría el empate del conjunto de Pellegrini. El despeje de Michel Salgado golpeó en el cuerpo de Alvaro Mejía y terminó en las redes de Iker Casillas. En el minuto treinta del primer tiempo, la suerte se aliaba con el Villareal. 1-1. En ese momento, el Real Madrid perdió su sitio en el campo. Una vez tras otra, los balones servidos por alto y entre líneas por Riquelme y Senna a los arietes amarillos propiciaron varias ocasiones de peligro que llevaron la incertidumbre a las gradas.
En el minuto 39, Román sirve por alto a Forlán para que este se marche en carrera por la derecha y termine sorprendiendo a Casillas con un fuerte disparo al palo contrario. Un golazo. 1-2 y el público comenzó a impacientarse con los suyos, más aún, cuando justo antes del descanso, el mismo Forlán disfrutó de una ocasión similar a la del gol, que acabó estrellándose en el poste.
En la segunda parte, las ocasiones del Madrid llegarían pronto. Algunos cabezazos envenenados a puerta de Raúl unidos a las internadas de Robinho por la banda izquierda. Sin embargo, el empate no llegaría hasta el minuto 66, cuando Beckham envía un globo al area que es cazado por el hombre de la noche, Zizou, que colocó el balón de cabeza en la escuadra de Barbosa. Con el 2-2, el júbilo estalló en las gradas y comenzaba otro partido diferente. Crecieron la intensidad y el ritmo del juego. Robinho estrellaría un balón en el poste poco después del gol y Raúl erraría una ocasión manifiesta tras hacer un excelente quiebro a Arruabarrena dentro del área.
El 2-3 del Villareal llegaría en la jugada polémica del partido. Javi Venta fusila un balón suelto en el vértice del area directo al cuerpo de Sergio Ramos, que se cubrió con los brazos. El colegiado cántabro, Teixeira Vitienes, no dudó en señalar la pena máxima y la expulsión del defensa sevillano, que se perderá el último partido del campeonato en el que fuera su estadio. El lanzamiento desde los once metros lo transformaría Forlán en el 2-3 tras batir a Casillas de disparo potente y centrado. El uruguayo adelantaba a su equipo por segunda vez en la noche.
Era el minuto 85 y los aficionados blancos contaban con una derrota en el último partido de su estrella francesa en el Santiago Bernabeu. Sería el brasileño, Julio Baptista quien enmendaría el partido rematando de cabeza un balón colgado al área y estableciendo el definitivo 3-3 en el minuto 88. Sin embargo, el Villareal lo iba a intentar hasta el final con dos peligrosos disparos de Riquelme desde fuera del área, uno de ellos, parado espectacularmente por Iker y otro, que se estrelló en el poste, en el último suspiro del encuentro.Zidane fue sustituido en el minuto 90 por Raúl Bravo para recibir la ovación del público del Bernabeu. El empate deja al Madrid en la segunda plaza que le permite el acceso directo a la “champions”, dependiendo los blancos de sí mismos en la última jornada, contra el Sevilla para lograr el subcampeonato. Al final del encuentro, Zidane intercambió su camiseta con Riquelme y se dirigió al centro del campo para dirigir al público unos aplausos de agradecimiento y despedida en su último partido en el coliseo merengue. Se retira un caballero, en todos los aspectos.
Al Villareal, muy lejos de afectarle el gol del Madrid, este le metió en el partido y poco a poco fue aproximándose al área de Casillas con cierto peligro de la mano de Riquelme, quien destacó su presencia en el centro del campo enviando balones precisos a sus delanteros, Guille, José Mari y a un Forlán muy rápido y rematador durante todo el encuentro.
Iba a ser en un corner muy cerrado, botado por Riquelme dónde llegaría el empate del conjunto de Pellegrini. El despeje de Michel Salgado golpeó en el cuerpo de Alvaro Mejía y terminó en las redes de Iker Casillas. En el minuto treinta del primer tiempo, la suerte se aliaba con el Villareal. 1-1. En ese momento, el Real Madrid perdió su sitio en el campo. Una vez tras otra, los balones servidos por alto y entre líneas por Riquelme y Senna a los arietes amarillos propiciaron varias ocasiones de peligro que llevaron la incertidumbre a las gradas.
En el minuto 39, Román sirve por alto a Forlán para que este se marche en carrera por la derecha y termine sorprendiendo a Casillas con un fuerte disparo al palo contrario. Un golazo. 1-2 y el público comenzó a impacientarse con los suyos, más aún, cuando justo antes del descanso, el mismo Forlán disfrutó de una ocasión similar a la del gol, que acabó estrellándose en el poste.
En la segunda parte, las ocasiones del Madrid llegarían pronto. Algunos cabezazos envenenados a puerta de Raúl unidos a las internadas de Robinho por la banda izquierda. Sin embargo, el empate no llegaría hasta el minuto 66, cuando Beckham envía un globo al area que es cazado por el hombre de la noche, Zizou, que colocó el balón de cabeza en la escuadra de Barbosa. Con el 2-2, el júbilo estalló en las gradas y comenzaba otro partido diferente. Crecieron la intensidad y el ritmo del juego. Robinho estrellaría un balón en el poste poco después del gol y Raúl erraría una ocasión manifiesta tras hacer un excelente quiebro a Arruabarrena dentro del área.
El 2-3 del Villareal llegaría en la jugada polémica del partido. Javi Venta fusila un balón suelto en el vértice del area directo al cuerpo de Sergio Ramos, que se cubrió con los brazos. El colegiado cántabro, Teixeira Vitienes, no dudó en señalar la pena máxima y la expulsión del defensa sevillano, que se perderá el último partido del campeonato en el que fuera su estadio. El lanzamiento desde los once metros lo transformaría Forlán en el 2-3 tras batir a Casillas de disparo potente y centrado. El uruguayo adelantaba a su equipo por segunda vez en la noche.
Era el minuto 85 y los aficionados blancos contaban con una derrota en el último partido de su estrella francesa en el Santiago Bernabeu. Sería el brasileño, Julio Baptista quien enmendaría el partido rematando de cabeza un balón colgado al área y estableciendo el definitivo 3-3 en el minuto 88. Sin embargo, el Villareal lo iba a intentar hasta el final con dos peligrosos disparos de Riquelme desde fuera del área, uno de ellos, parado espectacularmente por Iker y otro, que se estrelló en el poste, en el último suspiro del encuentro.Zidane fue sustituido en el minuto 90 por Raúl Bravo para recibir la ovación del público del Bernabeu. El empate deja al Madrid en la segunda plaza que le permite el acceso directo a la “champions”, dependiendo los blancos de sí mismos en la última jornada, contra el Sevilla para lograr el subcampeonato. Al final del encuentro, Zidane intercambió su camiseta con Riquelme y se dirigió al centro del campo para dirigir al público unos aplausos de agradecimiento y despedida en su último partido en el coliseo merengue. Se retira un caballero, en todos los aspectos.